jueves, 7 de abril de 2011

CINE DEBATE: AU3 (Autopista Centra) Alejandro Hartmann.

 El pasado 2 de Abril desde el Centro Comunitario Donado proyectamos el documental AU3 (Autopista Central) contando con casi un centenar de vecinos y diversas organizaciones. Su director, Alejandro Hartmann se hizo presente, enriqueciendo el posterior debate.
Aqui tambien les dejamos unos links de interes en relación a la peli y el tema de la AU3.





24 de Marzo




El pasado 24 de de Marzo la Agrupación José Arico/Centro Comunitario Donado se hizo presente en Plaza de Mayo Para seguir exigiendo memoria , verdad y justicia bancando a nuestra querida Presidenta y apoyando este modelo de país por una sociedad mas justa e igualitaria.

lunes, 14 de marzo de 2011

Recordatorio...

 "Los filósofos no han hecho más que interpretar de diversos modos el mundo, pero de lo que se trata es de transformarlo."

viernes, 11 de marzo de 2011

Breve Biografia de José Aricó

José María Aricó (1931-1991) fue un intelectual socialista argentino nacido en Villa María Córdoba (Argentina).

Su adopción del marxismo se remonta a su adolescencia, durante la militancia estudiantil, cuando descubre el materialismo histórico en las páginas de Orientación, semanario del Partido Comunista. Esa vocación política que comienza a despertarse a los trece años en su Villa María natal en la provincia de Córdoba, lo convertirá con el tiempo en un verdadero forjador de la cultura socialista latinoamericana.

En su pensamiento recibe especialmente la influencia del marxismo italiano a través de su máximo exponente: Antonio Gramsci. Aricó se distancia gradualmente del marxismo-leninismo para abrir camino al socialismo democrático. Será justamente ésta la causa de su expulsión del Partido Comunista Argentino, al fundar junto con Oscar del Barco, Héctor Schmucler y Samuel Kicszkovsky una revista que resultó de gran importancia para la historiografía marxista argentina y latinoamericana: Pasado y Presente. Publicada en Córdoba en los años 1963-1965, será continuada luego con la serie de los Cuadernos de Pasado y Presente.

Exiliado en México desde el golpe de 1976, dirige la Biblioteca del Pensamiento Socialista, donde desarrolla una importante labor editorial que le valió gran reconocimiento al dar a conocer, en muchos casos por primera vez en español, obras de teóricos como Bauer, Kautsky, Bernstein, Grossmann, y del mismo Marx. Fue profesor en FLACSO y por invitación de muchas universidades latinoamericanas y europeas, transmitió sus ideas a través de cursos y conferencias.

Más tarde, junto con su amigo Juan Carlos Portantiero fundan en Buenos Aires la revista La Ciudad Futura y el Club de Cultura Socialista, que desde su muerte lleva su nombre. También en Argentina, será investigador principal del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET).

Su obra consta de numerosos ensayos, artículos y libros, entre ellos: "Mariátegui y los orígenes del marxismo latinoamericano"; "Marx y América Latina"; "La cola del diablo. Itinerario de Gramsci en América Latina". En 1999 se editaron dos libros póstumos, "La hipótesis de Justo: escritos sobre el socialismo en América Latina", de Editorial Sudamericana; y las Entrevistas, 1974-1991, a cargo del Centro de Estudios Avanzados de la Universidad Nacional de Córdoba.

viernes, 4 de febrero de 2011

BUENOS TEXTOS SOBRE MILITANCIA DE José Pablo Feinmann

Un militante. Por José Pablo Feinmann


Un militante cree en la solidaridad social. No es un individuo en el pobre sentido que del individuo tiene el liberalismo burgués. Sabe que su individualidad se realiza en el grupo. Su incorporación al trabajo, a la producción, a su grupo de pertenencia, a su clase social, lo incorpora a la solidaridad, al compañerismo, a la amistad sincera. Para decirlo claro: lo humaniza. Un militante es un ser en constante proceso de humanización. Su militancia lo hará mejor padre, mejor hombre de su mujer, mejor amigo de sus amigos. Sabe que habita este mundo para luchar junto a los demás, no para usarlos. El militante respeta el trabajo. No porque sea un sometido, sino, porque sabe que en el trabajo está su poder, su organizatividad y el sentido final de su militancia: la justicia social. Y también porque sabe que por fuera del trabajo, no sólo está la miseria económica, sino la otra: la social y la humana. La que hará de él un apartado, un egoísta, un resentido y hasta un delincuente. El militante, cree en una verdad que lo trasciende y da sentido a su vida. Esta verdad es su ideología, la ideología que comparte con sus compañeros y expresa su lucidez. La ideología que hace de él un sujeto y no un objeto de la historia. La ha amasado, a esta ideología, durante años, la ha padecido, la ha cuestionado, la ha asumido cotidianamente. Porque cotidianamente intentan quitársela, se la oscurecen y deforman desde las pantallas de la TV o desde las radios. Aparecen allí, frente a él, en su hogar, hombres cultivados, con buenos modales, racionales hasta el asombro y vértigo, implacables, que le dicen que no, que está equivocado, que todo está bien, o que todo está mal, pero que, en todo caso, nada está como él cree. ¿Cómo lucha contra toda esa insidiosa verborragia? Hablando con sus compañeros. Buscando la verdad donde está: en el grupo. Porque cuando los militantes son esto, militantes, y están unidos por sus intereses comunes, la verdad es una tenaz corriente eléctrica que los recorre y los une aniquilando el discurso del enemigo. Porque es cierto (según postula un diabólico axioma del pensamiento autoritario) que mil repeticiones hacen una verdad. Pero no es menos cierto que mil repeticiones pueden también aburrir, transformarse en un sonido apenas desagradable y persistente. En suma inaudible. El militante es un hombre que tiene una razón para vivir. Y más también. Cierta vez dijo Camas -Una razón para vivir es una razón para morir. El militante, en efecto, puede llegar a morir por su causa. Pero en Argentina - hoy a esta altura de nuestra experiencia y de nuestro dolor- habrá que afirmar tenazmente que el momento más alto de realización de un militante es su vida (cualquiera de los infinitos actos en que su militancia lo ha comprometido) y no su muerte. La deshumanización acecha también al militante. Puede transformar su ideología en dogma, en obstinación y autoritarismo. Puede creerse más heroico. Puede confundir el desprecio por la vida con el coraje. Puede enajenarse en su lucha. Puede olvidar las pequeñas cosas en nombre de los grandes ideales. Puede olvidar que los grandes ideales se persiguen y se conquistan para posibilitar las pequeñas cosas. Puede llegar a considerarse sólo el eficaz cuadro de una organización. Y hasta puede llegar al extravío de exigir también eso de los demás. Puede llegar a realizar esta frase de Brecht: -Nosotros que nos unimos para luchar por la amistad entre los hombres, no supimos ser amigos. El viejo problema de los medios y los fines se agitan detrás de éstas ideas. Pero si la militancia ha de servir para humanizar al militante, los fines deberán estar presentes en todos los medios. Porque el militante está vivo hoy, y es hoy, en cada uno de los actos que realiza para conquistar una sociedad más justa, donde están enteramente en juego su humanización o su envilecimiento.




¿Qué es un militante? - Por José Pablo Feinmann

Un militante es alguien que ha encontrado una verdad que lo trasciende. No es una verdad revelada. No es una verdad divina. No es, ni siquiera, una verdad permanente, segura, como un anclaje firme que otorga cimientos y sosiego a una vida entera.
No corren buenos tiempos para los militantes. No corren buenos tiempos para nadie. Pero el militante no utiliza la " mala temporalidad " para " matar el tiempo". No se entrega. No es heroico, pero es quizás obstinado. Es frecuente que repita lo que empeñosamente le dicen. "Todo esto es un desastre, no tiene arreglo, marchamos hacia un nuevo fracaso, la historia nos juega en contra. " Pero todo este tremendismo no tiene poder de apabullarlo. Repito: no es un héroe. Simplemente quiere vivir. Simplemente no se conforma con aceptar que otros han decidido ya su vida, su futuro, sus módicas ambiciones y su muerte. Pero sabe - lúcidamente lo sabe- que si acepta lo que quieren que acepte, ni morir se necesitará. Porque ya estará muerto. Alguien dijo alguna vez: " Vivamos de tal modo que nuestra muerte sea una injusticia. " Una muerte - no dramaticemos por favor- es solamente un hecho más de nuestra vida, un hecho (esto sí) final, que patéticamente revela nuestros límites. Pero el militante sabe que tiene su vida. Y quizás, porque conoce los tiempos que corren, no se ha propuesto nada tan grandioso como la toma del Palacio de Invierno.
Quizás, sencillamente, no busca la inmortalidad. Ha aceptado con calma, ha atravesado su correspondiente y dolorosa crisis cuando esa verdad se le reveló (" no sólo mueren los demás, también voy a morir yo, sobre todo yo, cosa increíble, y en ese momento, como y todos, voy a estar solo ") pero tampoco esta revelación lo ha destruido. Al hacerlo, conscientemente o no, ha tirado por la borda íntegramente a Dostoyevsky. Todo ese tremendismo eslavo le es ajeno. "La única causa de la conciencia es la inacción." Si Dios no existe, todo está permitido". Stravrroguin, Kirillov, Iván Karamazov, militaban en otra causa. Blasfemaban todo el día contra la muerte y vivieron muertos. ¿Acaso podía ocurrir de otro modo?
La militancia en la Argentina tuvo en el pasado una relación con la muerte hermanada con el existencialismo trágico, no sólo con Dostoyevsky sino especialmente con Nietzsche. Pero eso pasó y no estoy hablando de aquellos militantes, de los del ´73, tan fervientes, tan desmesurados, tan seguros de tener la historia como inclaudicable aliada. No, hablo de los de hoy. Y éstos de hoy saben que tienen que vivir. Y que aunque no vivirán una vida grandiosa (los tiempos no dan para tanto) harán lo necesario por estorbar un poco. Y si es posible - porque la política y la historia son, afortunadamente, improbables- harán también algo más. Militancia y Producción Uno de los lúcidos y obstinados proyectos del régimen militar-financiero en la argentina fue la aniquilación del aparato productivo. La desaparición de los centros de trabajo, de los precisos puntos nodales del circuito productivo que generaban la confluencia de la clase trabajadora, su organizatividad y su concientización, no podía ser sino fundamental para un régimen que requería desmovilización, la desconcientización y la marginación del pueblo argentino La desnacionalización de la economía, o más exactamente el reemplazo del circuito productivo por el circuito financiero, no produce sólo un resultado, digamos estructural, materialmente verificable en la organización económica de la sociedad, produce también un resultado humano. Se destruye al hombre. Se lo destruye como ser social, solidario. Se lo trasnforma en un indivualista hosco, temeroso y agresivo. Se lo transforma en un marginado. Y donde aparece el marginado muere el militante. Se ha podido verificar en ciertos actos peronistas del cercano 17 de octubre. Los obreros que concurrieron en representación de sus gremios, nucleados por la mediación del trabajo organizado, fueron pocos. Los demás van sueltos. O evidencian la pobre organizatividad del marginado: colorida, bochinchera, agresiva, pero profundamente dispersa. Dispersa en sus consignas, confusa en sus adhesiones, teñidas de un folklore sobre el que se enanca el poder languideciente pero real de cierto peronismo. Un peronismo arcaico, marginal, ligado al matonaje y no a la lucha, que es también un resultado - un exacto resultado- del poder militar-financiero. La Argentina financiera generó un argentino que es la antítesis del militante. Llenó el país de " hombres libres ", de " trabajadores libres ", " individuales". Llenó el país de " cuentapropistas ". Era la hora del " sálvese quien pueda ".Apareció el " argentino taiwanés ", el " argentino del plazo fijo ", el "argentino de la bicicleta financiera ".El argentino taiwanés (desdeñando a los sujetos9 se sumergió en la idolatría de los objetos. Para el argentino del plazo fijo, un día no era un espacio temporal en el que podían aguardarlo mil experiencias hondamente humanas; un día se cotizaba en las pizarras financieras y valía tanto como un dólar marginal, no más, no menos. Este argentino tiene una mirada fija, casi no parpadea, no mira a sus costados, ignora a sus semejantes, su horizonte es sólo una pizarra en una financiera, allí se dibuja su destino cuantificable. Y el argentino de la bicicleta es el que pedalea solo, el que se entrega a los mil artilugios del engaño disfrazado de viveza. La destrucción del aparato productivo, además, arrojó a innumerables trabajadores a la marginación y la extrema pobreza. Y no existe ninguna dialéctica revolucionaria entre pobreza y conciencia de clase.(Atención: hablo aquí de "pobreza" en tanto marginación del circuito productivo). Los marginales poblaron las páginas policiales del amabilísimo periodístico. Aquí fueron confinados. Antes formaban comisiones internas, asistían a las asambleas de sus gremios, votaban sus conducciones. Ahora transitan oscuramente por los suburbios. Eran obreros, eran compañeros, hoy son seres desesperados arrojados a la delincuencia y el lumpenaje.
En la Argentina, entonces, la activación del aparato productivo no es sólo necesaria por razones económicas, sino por razones humanas y políticas. Para que la solidaridad, el compañerismo y la militancia vuelvan a surgir entre nosotros, hay que crearles un lugar. Este lugar es el trabajo. Militancia y trascendencia. Un militante, por el contrario, cree en la solidaridad social. No es un "individuo" en el pobre sentido que del individuo tiene el liberalismo burgués. Nada tiene que ver con Hobbes. Lo ha superado. Sabe que su individualidad se realiza en el grupo. Su incorporación al trabajo, a la producción, a su grupo de pertenencia, a su clase social, lo incorpora a la solidaridad, al compañerismo, a la amistad sincera. Para decirlo claro: lo humaniza. Un militante es un ser en constante proceso de humanización. Su militancia lo hará mejor padre, mejor hombre de su mujer, mejor amigo de sus amigos. Sabe que habita este mundo para luchar junto a los demás, no para usarlos. El militante respeta el trabajo. No porque sea un sometido, sino, porque sabe que en el trabajo está su poder, su organizatividad y el sentido final de su militancia: la justicia social. Y también porque sabe que por fuera del trabajo, no sólo está la miseria económica, sino la otra: la social y la humana. La que hará de él un apartado, un egoísta, un resentido y hasta un delincuente. El militante, es necesario repetirlo, cree en una verdad que lo trasciende y da sentido a su vida. Esta verdad es su ideología, la ideología que comparte con sus compañeros y expresa su lucidez. La ideología que hace de él un sujeto y no un objeto de la historia. La ha amasado, a esta ideología, durante años, la ha padecido, la ha cuestionado, la ha asumido cotidianamente. Porque cotidianamente intentan quitársela, se la oscurecen y deforman desde las pantallas de la TV o desde las radios. Aparecen allí, frente a él, en su hogar, hombres cultivados, con buenos modales, racionales hasta el asombro y vértigo, implacables, que le dicen que no, que está equivocado, que todo está bien, o que todo está mal, pero que, en todo caso, nada está como él cree. ¿Cómo lucha contra toda esa insidiosa verborragia? Hablando con sus compañeros. Buscando la verdad donde está: en el grupo. Porque cuando los militantes son esto, militantes, y están unidos por sus intereses comunes, la verdad es una tenaz corriente eléctrica que los recorre y los une aniquilando el discurso del enemigo. Porque es cierto (según postula un diabólico axioma del pensamiento autoritario) que mil repeticiones hacen una verdad. Pero no es menos cierto que mil repeticiones pueden también aburrir, transformarse en un sonido apenas desagradable y persistente. En suma inaudible. El militante es un hombre que tiene una razón para vivir. Y más también. Cierta vez dijo Camas" Una razón para vivir es una razón para morir El militante, en efecto, puede llegar a morir por su causa. Pero en Argentina - hoy a esta altura de nuestra experiencia y de nuestro dolor- habrá que afirmar tenazmente que el momento más alto de realización de un militante es su vida (cualquiera de los infinitos actos en que su militancia lo ha comprometido) y no su muerte. Los peligros de la militancia La deshumanización acecha también al militante. Puede transformar su ideología en dogma, en obstinación y autoritarismo. Puede creerse más heroico. Puede confundir el desprecio por la vida con el coraje.
Puede enajenarse en su lucha. Puede olvidar las pequeñas cosas en nombre de los grandes ideales. Puede olvidar que los grandes ideales se persiguen y se conquistan para posibilitar las pequeñas cosas. Puede llegar a considerarse sólo el eficaz cuadro de una organización. Y hasta puede llegar al extravío de exigir también eso de los demás. Puede llegar a realizar esta frase de Brecht: "Nosotros que nos unimos para luchar por la amistad entre los hombres, no supimos ser amigos". El viejo problema de los medios y los fines se agitan detrás de éstas ideas. Pero si la militancia ha de servir para humanizar al militante, los fines deberán estar presentes en todos los medios. Porque el militante está vivo hoy, y es hoy, en cada uno de los actos que realiza para conquistar una sociedad más justa, donde están enteramente en juego su humanización o su envilecimiento.

QUE ES LA EX AU3?


Allá por la década del 70, el gobierno militar expropió varias casas parala construccion de la Autopista 3. Comenzó derrumbando las de la zona próxima a General Paz y Panamericana, en Saavedra, pero cuando las topadoras llegaron a Villa Urquiza el proyecto se canceló. Así fue como quedaron muchas casas abandonadas que, con el tiempo, fueron usurpadas. Casas abandonadas, algunas usurpadas, coches abandonados, escombros, baldíos y más... La llamada AU 3 es la traza por donde alguna vez iba a pasar una autopista que cruzaría la ciudad de Norte a Sur, que nunca llegó a construirse.
Hace algunos años comenzó la recuperación de la traza en el barrio de Saavedra. Allí se construyó un amplio boulevard llamado Roberto Goyeneche, y al costado, un cordón verde con algunas plazas que llega hasta la avenida Congreso. Sin embargo, el resto de la traza y su recuperación siguen demoradas hasta hoy, salvo por la construcción del Precinto/ Cárcel.
También, el gobierno de la ciudad comenzó con las obras para la recuperación entre la Avenida de los Incas y la avenida Monroe. Si bien los vecinos del barrio esperaban más espacios verdes, el gobierno optó por una solución mixta. Algunas casas quedarán en pie y se reciclarán. Otras serán derrumbadas y se construirán nuevas viviendas y el resto de la traza será ocupada por plazas y un boulevard.
Pero hay otra cuestión conflictiva: los vecinos que ocupan las precarias casas de la traza. El gobierno de Macri viene desarrollando una implacable acción expulsora de las familias que viven en la traza de la ex Autopista 3, las quince manzanas que se extienden de Saavedra a Villa Urquiza. En todo ese tiempo, los vecinos reclamaron otra salida: la radicación definitiva en las viviendas que habitaban, y que la asistencia estatal fuera empleada para refaccionar las casas y urbanizar la traza.
Pero ocurre que las quince manzanas de la "traza" son un botín muy apreciado de los grupos inmobiliarios. La valuación de estos terrenos supera los cien millones de dólares. Por eso, el gobierno de Macri trabaja para expulsar a los vecinos.
Después de 27 años, las 320 familias que habitan en la traza de la ex AU3 –catorce manzanas que van desde Villa Urquiza a Colegiales– encontraron un principio de solución. La Legislatura porteña aprobó un proyecto que modifica la zonificación de esa área, permitiendo la venta de un sector para la construcción de viviendas sociales, asi poder dar una solución habitacional a la gente que vive actualmente en esa zona.

viernes, 21 de enero de 2011

La Dignidad Rebelde Que Sueña Despierta

ALGO DE LO QUE PENSAMOS...

Nos referenciamos como independientes, de izquierda, autónomos. Sin dirigentes, sin dirigidos, solo compañer@s que intentan seguir el camino hacia la construcción socialista de nuestra Ciudad en donde todas las partes tengan vos y voto, en donde cada uno de sus habitantes sea un ciudadano activo e informado. Porque pensamos que al día de hoy el socialismo tiene, sin caer en frases hechas, una oportunidad histórica en cuanto a su devenir político ya que su alto grado de representatividad cívica lo coloca en una inmejorable situación para proyectar un futuro venturoso hacia la concreción de un proyecto político nacional y popular.

Somos la  particularidad que intentamos demostrar con la acción del día a día, con la práctica cotidiana de nuestra militancia, esgrimida como el sentido laborioso que forja una identidad en la dinámica, en el hecho, en la materialización de las dimensiones que van creando limites entre lo que se dice y lo que se hace. Y de este modo consideramos la actividad política, no como un mero mecanismo electoralista, no como una situación de concentración de poder por sí misma, sino entendida desde un ángulo más general, global, más holístico, en donde  la conciencia juega un papel fundamental a la hora de llevar a la práctica lo pensado; en donde esta conciencia no es solo la definición de lo particular a lo general, es también el compromiso individual de saber interrelacionar la propia subjetividad en espacios convergentes de ideas muchas veces disímiles, en donde lo cotidiano es lo político y  la acción dentro de esa cotidianidad es la militancia. Por eso no nos es posible aceptar la una sin la otra, por eso es que estamos de este lado y no del otro.

En este sentido la Agrupación José Aricó reafirma su actividad militante como herramienta basal de construcción política entendida como la dinámica inherente a dicho proceso y denostando el reformismo encubierto en la renguera de un discurso falaz que descansa sobre la escenografía del acostumbramiento; de la política trunca de la palabra sin sustento o de la movilidad per sé, sin dirección ni sentido.  

De este modo, la discusión sobre el correlato entre teoría y  práctica no deja de ser sintomático del marco político actual en donde las nuevas formas de “hacer política” o bien carecen del sentido conjuntivo de estas dos acepciones o bien carecen de alguna de ellas. Pero sin embargo, la justificación de anular el debate sobre justificaciones del sentido anacrónico que la propia discusión conlleva es oportunamente enarbolada sobre la acción conservadora que el corporativismo cultural va conformando en la materialización cipaya de un oportunismo con mascarada reformista. Entonces, mientras esta formulación conceptual intente proceder sobre la carencia concatenada o la determinación independiente de cada una de sus partes, el discurso siempre conllevara el espíritu demagogo de la forma sin contenido y la acción se disgregara sobre el interés individualista del advenedizo de turno.
Teoría y práctica son caras de una misma moneda, son congruentes a la acción política que generaliza su construcción tanto de manera cotidiana como colectiva haciendo de las diferencias del todo la dinámica que sustancia el sentido de pertenencia a la vez que va forjando la conciencia de cada una de sus partes en un sentido cíclico de reformulación constante. 
Teoría y práctica son las partes de un todo que, sin importar su ordenamiento nominal, se disgregan en especificaciones materiales, en la concreción del acto transformador, rebelde e impertinente pero no por eso carente de sentido sino todo lo contrario, ya que desde este punto de vista la concreción de las partes conforman el todo, el conjunto, la finalidad de la acción política y su relación con el poder. Y esto es así porque de este modo la conceptualizacion del poder se convierte en un proceso binario, en una dualidad que no responde a las bifurcaciones de las coyunturas establecidas sino que se demuestra en una significación semántica de un par que es único en la medida en que la política tome su apoyo en la actividad militante. De esta manera la conceptualizacion del poder posee dos acepciones: el poder como sujeto, en cuanto a la acumulación de relaciones y recursos necesarios que procedan a la concepción del poder como verbo, aquella acción destinada a transformar la realidad en respuestas necesarias hacia el conjunto social. De esta manera sujeto y verbo, teoría y práctica, discurso y acción no es más que la razón de ser de la política entendida como la capacidad de transformar la realidad ya que si la acción política es la esencia más pura de la dinámica, la actualidad, el ahora, es parte de esa dinámica y, por consiguiente, de la política.
            Entonces, no es herrado poder decir que nuestra mayor preocupación se debate en la necesidad de construir aquella fuerza transformadora que pueda lograr instalar esta concepción del poder que hemos explicado mas arriba.          Ahora, bien, la contraposición de ideas se debate sobre el ser y el deber ser, sobre la forma y el contenido de una estructura que define la particularidad del colectivo. El objeto es una construcción subjetiva que se determina sobre la materialización de la acción, entonces, la pregunta a realizar es hacia donde va dirigida esa acción; cual es la intencionalidad que se define a través de un ideario sobre el conjunto y si esa estructura se corresponde fehacientemente hacia su contenido o se convierte en un simple croquis del oportunismo.
Ya hemos explicado las ideas por las cuales esta agrupación se define como tal. Quizás nuestro simple determinismo peque de soberbio a través de esta pequeña argumentación, pero sin lugar a dudas, la verdad lisa y llana es lo que determina las posiciones a tomar y, conjuntamente, el accionar que determina dichas posturas. La militancia de base, la formación de cuadros y el entendimiento de la política en términos generalizados, es el significado más visceral a través del cual la Agrupación José Aricó se determina políticamente importunando con la palabra, la acción y el pensamiento.     

SER FACHO ES PRO

NO A LA UZURPACION DE LAS PLAZAS!!!!

El Gobierno de la Ciudad ha ocupado una plaza donde ahora inaugura una comisaría, y no se
detendrán ahí, pretenden también ocupar tres plazas más.  Lo hace de manera antidemocrática ilegal y prepotentemente, violando la constitución de la Ciudad en sus  artículos 27, 30, 89 y varias leyes, como por ejemplo la  50384/96, y la 1777 Art. 9,  y la Ley 3233.
El gobierno de la ciudad violo el Art 3º de la ordenanza 50384, desde que comenzó la obra del precinto. Ese mismo Art.3º le ordena que debía presentar un proyecto de ley, que jamás elevo a la Legislatura, para hacer uso de una reserva de hasta el 15% del espacio. Este hecho fue reconocido hasta por el mismísimo subsecretario de desarrollo urbano el 6 de Octubre del 2010. Y que la justicia no considero como prueba suficiente pese a estar asentado en versión taquigráfica.
Respecto a la defensa de los espacios verdes públicos de todos los ciudadanos, los vecinos hemos presentado varios proyectos de ley para darle nombre a las plazas que aun no tenían nombre apoyado con más de 2000 firmas. Entre esos proyectos figura el que modifica la zonificación de los parques para retirarle esa reserva del 15% para equipamiento comunitario y para discutir en audiencia pública el destino del precinto. Obviamente, el Gobierno de la Ciudad todavía no ha emitido respuesta.
El ministro Chain y su ladero Lostri de planeamiento urbano deberían renunciar dado que parecen más promotores inmobiliarios que urbanistas y somos los ciudadanos que sufrimos, día a día, la ausencia de una política de desarrollo urbano participativa en una ciudad que está colapsada y en emergencia, gracias al planeamiento de los intereses de negocios turbios.

La Metropolitana es un refugio de los represores de la Dictadura
¿Como puede ser qué el primer jefe, diseñador de la fuerza, el fino Palacios, está procesado por encubridor de actos de terrorismo internacional  (caso AMIA!!!)?     ¿Como puede ser qué la  metropolitana  tiene aun hoy, entre sus hombres, efectivos que fueron parte de la estructura del terrorismo local durante la dictadura!!!?  ¿Como puede ser qué entre sus efectivos hay hombres que fueron retirados de otras policías y en cuyos legajos no figura nada sobre el motivo de su retiro!!!?
Hoy más que nunca entendemos que la seguridad no es una cuestión solo de más policías sino de políticas adecuadas y control ciudadano de las políticas de seguridad. Y que continuar reclamando lo mismo de siempre (más armas más policía más presupuesto) nos llevara siempre a los mismos errores.
 Cabe destacar en este sentido que el relevo de policías que habían convertido a la comisaria 49 en una asociación ilícita fue una acción de la justicia y eso redujo la inseguridad en la zona.

Comisaria construida en 5 meses, toda esta lista pendiente hace 3 años o más…
Construcción del Polo Educativo parada desde hace mas de 3 años // Sub ejecución presupuestaria // Abandono del Parque Sarmiento // Proliferación de torres y construcciones en altura sin respetar la identidad barrial // Aun esperamos la puesta en funcionamiento de un centro de salud en el barrio Mitre // Construcción de túneles “sapitos” que solo serán un derroche económico inútil en vez de construirlos sobre las avenidas principales // Freno a la construcción de Subtes // Desaliento de la participación ciudadana e incumplimiento de la  la ley de Comunas //

CENTRO COMUNITARIO DONADO

CREANDO ORGANIZACIÓN DESDE LAS BASES!!!!

Mientras el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, en manos de Mauricio Macri, redujo este año en más de $ 110 millones el presupuesto que le destina a la vivienda social, utilizando hasta el tercer trimestre solo el 18,6% del total, los habitantes afectados por este problema en nuestra comuna siguen esperando una solución.
            La cuestión es conflictiva para los vecinos que ocupan las precarias casas de la traza de la ex Autopista 3. El gobierno de Macri viene desarrollando una implacable acción expulsora de las familias que viven en la traza, las quince manzanas que se extienden de Saavedra a Villa Urquiza. En todo ese tiempo, los vecinos reclamaron otra salida: la radicación definitiva en las viviendas que habitaban, y que la asistencia estatal fuera empleada para refaccionar las casas y urbanizar la traza.
            Pero ocurre que las quince manzanas de la "traza" son un botín muy apreciado de los grupos inmobiliarios. La valuación de estos terrenos supera los cien millones de dólares. Por eso, el  gobierno de Macri trabaja para expulsar a los vecinos.
Dentro de este contexto comenzamos nuestra  actividad territorial a través de la inserción en la problemática habitacional que afecta actualmente a los vecinos de dicho complejo. A partir de allí, articulamos por intermedio de diversas actividades una interacción más fluida con la comunidad afectada por dicho problema.
Conjuntamente con las familias de la zona pudimos interpretar cuáles eran las problemáticas que se consideraban más importantes para abordar desde el Centro Comunitario. Luego, y considerando las inquietudes presentadas por los vecinos, el Centro Comunitario Donado ha organizado las siguientes actividades: apoyo escolar para alumnos de primaria y secundaria; conformación de una biblioteca y juegoteca; taller de plástica para niños; diversas  charlas informativas sobre la problemática habitacional.
            El  objetivo del Centro Comunitario Donado es brindar a la comunidad, sobre todo a aquellos que cuentan con menos recursos, un espacio recreativo y de formación; ya que se entiende al arte, la lectura, el juego, y las actividades sociales y de esparcimiento, como elementos fundamentales para el pleno desarrollo de los individuos, sean niños o adultos.  Todos los esfuerzos se realizarán con la intención de que, en el futuro, el Centro sea autogestionado por las mismas personas que participan en las actividades. El brindar herramientas a los propios beneficiarios refuerza la concepción de un proyecto basado en la formación para el futuro.
 COLABORA CON EL MERENDERO, BIBLIOTECA Y JUEGOTECA. ACERCANOS TUS DONACIONES TODOS LOS SABADOS A DONADO 1771 DE 16 A 18 HS.